viernes, 26 de julio de 2013

Los valores y prioridades de la adoración

Por Andy Park
Son las 10:05 el domingo por la mañana, y la reunión acaba de empezar. El líder de adoración ora sencillamente, invitando a Dios a estar presente y animando a la congregación a enfocarse en él. Él empieza los cantos asentando con la cabeza al grupo de músicos, entonces cierra sus ojos al cantar cantos contemporáneos de amor y adoración al Padre. A veces levanta una oración entre los cantos y da indicaciones a los músicos cuando hay una transición. Hay poca conversación entre el líder de adoración y la congregación. Casi todo está dirigido hacia el cielo. Hay unos pocos momentos cuando dejan de cantar, pero los instrumentos siguen tocando mientras la congregación espera en el Señor con una actitud de adoración. Los cantos varían entre gozosos y suaves. Aunque es obvio que ha habido algo de planeación y preparación por los músicos, también hay un sentir de espontaneidad al dirigir el líder una media hora de cantos.
¿Qué impulsa este estilo de guiar la adoración? ¿Está el líder de adoración solo dejando que las cosas ocurran, o hay una filosofía detrás de lo que hace? ¿Es una manera arbitraria de llenar el tiempo antes del mensaje, o hay un plan intencional que expresa un sistema definido de valores?
Hace como 18 años, Dios juntó a un grupo de personas en Yorba Linda, California que estaban concientes de su necesidad desesperada de Dios. Solo tenían la energía suficiente para acercarse a él para escuchar su voz y recibir su consolación. Derramaron ante él su adoración y su clamor por ayuda. De esta experiencia íntima de tocar a Dios y ser tocados por él, nació un movimiento de iglesias y se desarrolló una práctica y teología única de adoración. A través de los años, las fronteras de la adoración en la Viña se han extendido, pero los valores principales que fueron formados en aquellas etapas iniciales están todavía intactos. El estilo y la forma de expresión puede evolucionar, pero la visión y el propósito permanecen constantes.
Para permanecer fieles al llamado que Dios nos ha dado, tenemos que aclarar y afirmar los valores que no vamos a cambiar, y asegurarnos que nuestras prácticas estén alineadas con esos valores. Si el capitán de un barco fija su curso, pero se le olvida examinar su brújula, sin darse cuenta se desviará.
Los líderes de adoración enfrentan dos peligros: Muchos tienden a enamorarse de sus habilidades. La otra tendencia es desviarse del mandato y herencia que Dios nos ha dado como movimiento. Debemos mantener nuestro ojo en la brújula si vamos a mantener el curso y cumplir nuestro llamamiento de Dios.
Fuera de la Viña hay muchos estilos y formas de adoración que son válidos y bíblicos. La Viña no es lo único que hay en cuanto a esto. Apreciamos a todas las denominaciones y movimientos que exaltan a Cristo y se adhieren a las doctrinas claras e importantes del cristianismo básico. A la vez, sentimos una responsabilidad de andar de acuerdo a lo que Dios ha escrito en nuestros corazones.
Mi versión de los valores de la adoración de la Viña tiene su fundamento en los mensajes de John Wimber al respecto. He añadido al bosquejo de John de acuerdo a mi propia experiencia como un pastor y líder de adoración dentro de la Viña.
Hay seis valores básicos que proveen el fundamento y la estructura para una variedad de prioridades y prácticas que yo sigo. Cada valor está respaldado por mandatos bíblicos sobre la adoración y la devoción.

1. La adoración es únicamente para la gloria y honra de Dios.

No hay nada más poderoso que estar cara a cara con la presencia de Dios en la adoración congregacional. A veces es sobrecogedor gustar y saber que el Señor es bueno. Durante la experiencia de tocar delante de grupos grandes cuando el Espíritu Santo está moviéndose es un reto para mí mantener puros mis pensamientos. A veces mi mente vaga a ideas como ésta: ¿No es asombroso lo que está pasando? ¡Qué bien se oye mi voz! ¡Caray, si no tengo dones! Después de varios segundos reconozco lo que estoy haciendo y rápidamente deshecho mis pensamientos desviados. Entonces escojo re-enfocarme en el que es la única fuente de dones y unción para la adoración.
Este tipo de equivocación es lo que llevó a la caída de Lucifer. En Ezequiel 28, la profecía contra el rey de Tiro tiene un doble significado también en contra de Lucifer, el líder de las huestes angelicales. Él fue un ángel dotado y ungido que tenía acceso directo al trono de Dios (vs. 12 y 14). Pero por su orgullo y deshonestidad (vs. 1, 17 y 18), él fue echado de su posición exaltada como querubín de guardia. Como él fue adornado con joyas preciosas y hermosas, Dios adorna a directores de alabanza con dones musicales que centellean bajo la luz del Espíritu Santo.
Estar sometidos consciente y constantemente al Espíritu en tiempos como éstos es esencial para mantenernos puros en nuestra motivación. Rodeado de la luz gloriosa de Dios y la adoración de otros seres
angelicales, el corazón de Lucifer se oscureció y ya no fue satisfecho solo con ser un adorador. En cambio, él quiso recibir adoración. Los modelos de espectáculos musicales que nos rodean a veces nos seducen a vernos como dioses en vez de canales puros de adoración.
Evitar este espíritu de “espectáculo” es necesario para resistir una actitud egoísta al guiar o liderar la adoración. Podemos ser apasionados, expresivos y aun agresivos al liderar la adoración, pero a menos que esto venga de una actitud de adoración, atraeremos la atención a nosotros mismos.
Ocasionalmente yo me resbalo hacia el estilo “espectáculo” por un momento. Normalmente lo siento inmediatamente porque la actitud detrás de la acción no es correcta. Cuando esto ocurre, recapacito y concientemente me someto al Espíritu Santo. Qué bueno que tenemos al Espíritu Santo que es como un árbitro en nuestros corazones, hablándonos cuando cometemos faltas. Si respondemos a sus susurros y a la guía de nuestros pastores, estaremos seguros.
Sin embargo, al tratar este tema tenemos que tener cuidado de no crear reglas rígidas definiendo exactamente cuanta expresión es aceptable para un líder de adoración. El mismo requinteo o expresión puede ser en un momento inspirado y en otro momento inapropiado.
Debemos tener cuidado de no cometer el error de Mical, la esposa del rey David, que menospreció la danza de David ante el Señor (2 Samuel 6.16). No podemos medir la integridad del corazón en adoración por una evaluación rápida de su expresión vocal o física. Si te preguntas qué tan expresivo debes ser al guiar la adoración, deja que el Espíritu Santo sea tu guía. Si necesitas ayuda, pídela de tu pastor.
El propósito más importante de la adoración en la Viña es bendecir a Dios. Aunque sintamos alguna bendición física, emocional o espiritual de parte de Dios al adorarle, no tenemos esto como un derecho previsible o inalterable como hijos de Dios.
Una encuesta levantada en la Viña de Anaheim (hecha por una universidad secular) mostró que uno de los motivos principales por el cual la gente se une a la iglesia es para experimentar a Dios en la adoración. Los encuestados hablaron de una variedad de experiencias emocionantes y revelatorias que tuvieron al adorar. Cuando le preguntaron, una persona respondió de esta forma al hablar de sus emociones durante la adoración:
Sé que estoy tocando al cielo y que el cielo está aquí con nosotros. Dios alcanza y toca mi corazón. Me libera de ansiedad, temor y estrés. Puedo expresar mi profundo amor y mi gratitud a Dios y a su Hijo, Jesús... Dios es tan bueno... Lo amo tanto.
Otra persona respondió así a la misma pregunta:
Eso es difícil de explicar. Me paro ante mi Salvador cara a cara. Hablamos, nos tocamos y danzamos. Las visiones que he recibido casi siempre vienen durante la adoración. En los últimos años las circunstancias de mi vida han sido muy duras. El me transporta fuera de eso durante la adoración. Siento que es una probada (degustación) del cielo.
Estas historias son maravillosas, pero los adoradores no siempre cuentan lo mismo. Para algunos, este tipo de cosas ocurre rara vez o nunca. ¿Quiere decir que estas personas son menos espirituales? No necesariamente. Además, hay una variedad de motivos por el cual la adoración puede ser más ungida una semana que otra. Me pregunto si Dios no detiene a su Espíritu en ocasiones para que nos enfoquemos en él, en vez de enfocarnos en la experiencia de la adoración.
Como adoradores, experimentamos a Dios en una variedad de maneras. Algunos tienen una experiencia dinámica de revelación que puede ser acompañada por un desahogo emocional. Otros frecuentemente experimentan la paz de Dios. Una experiencia de éxtasis no es la meta de la adoración. La cantidad de manifestaciones sobrenaturales no es un medidor de la espiritualidad del adorador. El propósito de la adoración es expresar nuestro amor y compromiso con Dios. Al hacerlo, nos abrimos a recibir lo que él tenga para nosotros. Como un resultado, lo conocemos mejor. (Filipenses 3.7-10)
Si tú sientes que no recibes nada en la adoración, recuerda que Dios nunca te prometió una emoción extática. Tu meta es bendecir a Dios (Salmo 103) al declararle tu lealtad y devoción. Al hacer esto tu mente es renovada con un sentido fresco de su belleza y majestad. Cuando lo contemplamos, no podemos sino ser cambiados (2 Corintios 3.18). Pero con frecuencia el cambio no es tan dramático, y no es acompañado por ninguna manifestación notable.

2. Debemos de descubrirnos y ser íntimos con Dios.

Si algo caracteriza la adoración de la Viña, es este valor. Cuando experimentas el espíritu de sabiduría y revelación que menciona el apóstol Pablo [Efesios 1.17], puedes ver algo de la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Dios (Efesios 3). No es simplemente una creencia cerebral en la doctrina del amor de Dios, ni tampoco una experiencia netamente emocional. Es una experiencia del poder del amor de Dios (Efesios 3.16-18). Pablo mismo dice que este amor excede al conocimiento. ¡Sin embargo él ora por los suyos para que ellos comprendan este conocimiento! En las cartas de Pablo es obvio que él tiene un conocimiento de Dios por experiencia, y que él espera que eso sea normal en sus iglesias.
Al acercarnos a Dios en la adoración él responde a nosotros visitándonos. Esto fue previsto en el tiempo de Moisés cuando Dios prometió reunirse con los israelitas en respuesta a sus sacrificios de adoración:
Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios. Y conocerán que yo soy Jehová su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para habitar en medio de ellos. Yo Jehová su Dios. (Exodo 29.45-46)
¿Alguna vez has recibido una revelación sorprendente acerca de Dios al cantar algo que has cantado en docenas de ocasiones? Esto me ocurrió en una ocasión cuando estaba cantando “Es tu Sangre”. Me sobrecogió una nueva vista de la profundidad del amor de Dios por mí. ¡Fue como si por primera vez hubiera descubierto que él había derramado su sangre por mi salvación! Esta revelación de Dios se me vino inesperadamente. Este es el espíritu de sabiduría y revelación que Pablo menciona.
El fruto de la intimidad no está limitado a sentimientos de amor. Otra posibilidad es un corazón arrepentido. La visión de Isaías en Isaías 6 habla del Señor como alto y sublime en el templo. Es uno de los pasajes clásicos de la Escritura que ilustra lo que es la experiencia de la adoración. Ahí vemos a los seres angelicales clamando: Santo, santo, santo, mientras los quiciales de las puertas se estremecieron y la casa se llenó de humo. Esta imagen simboliza el poder y la revelación que se puede liberar en medio de la adoración. Cuando los humanos mortales se encuentran con el Dios trascendente y santo, inevitablemente habrá ocasiones cuando clamamos como Isaías: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos...
¿Alguna vez has cantado la letra de un canto y has sido convencido por tus propias palabras? ¿Qué ha ocurrido cuando has cantado “Cristo, nada de Ti retengo” o “Jesús, Tú eres todo para mí”? ¿Reconociste que no es totalmente la verdad? Ese momento de reconocimiento es tu oportunidad para consagrar tu vida a Dios de nuevo y realinear tus prioridades para reflejar la letra de los cantos. Estas son expresiones de intimidad con Dios en la adoración. A menos que seamos honestos con Dios, nuestra adoración no tiene sentido. El responde al corazón quebrantado y contrito (Salmo 51.17).
Nada de ídolos
No tendrás dioses ajenos delante de mí (Exodo 20.3). Este fue el primer mandamiento que Dios dio a Moisés. Es un tema constante en la letra de los cantos de adoración de la Viña. Lo decimos con nuestros labios para recordarnos que debemos rechazar cualquier cosa que podría diluir nuestra devoción a Jesús. Al cantar al Señor, a veces somos convencidos por nuestras propias palabras. Esto es lo que Dios quiso al dar a los israelitas el canto de Deuteronomio 32. El dijo a Moisés: Ahora pues, escribíos este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel, ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel. (Deuteronomio 31.19) Dios sabía que una vez que habían entrado a la tierra prometida, volverían a otros dioses para adorarles. Este canto tuvo la intención de dirigirles al camino correcto.

3. Queremos que toda la congregación participe en la adoración, así que la hacemos accesible a todos.

Cada creyente tiene acceso al trono de la gracia y debe alimentar su relación con Dios. La adoración congregacional es una oportunidad para que la iglesia exprese en público lo que practica en privado. ¿Cómo puede el director de alabanza facilitar esto? Primero, creemos que la mayoría de la iglesia ya está convencida que es correcto adorar a Dios. Por eso van a la iglesia.
El líder de adoración no tiene que pasar mucho tiempo dirigiéndose a la congregación. Ellos ya saben qué hacer porque han visto el modelo de la adoración íntima repetidas veces. Cuando el líder de adoración dirige su atención hacia Dios ojalá la congregación siga su ejemplo. Ser un ejemplo de esta forma es la mejor manera para que los que son nuevos aprendan el concepto de acercarse a Dios directa y personalmente. La adoración en el espíritu es una de las cosas que se enseña más fácilmente a través del ejemplo que a través de la enseñanza. Cuando el líder se lanza a la alabanza, la congregación es inspirada por sus cantos y su entusiasmo. La energía del líder en la adoración viene a través de entrar en la presencia de Dios y refrescarse y levantar al Espíritu Santo. No es una técnica con el propósito de producir una respuesta en particular de parte de la congregación.
Para mí no hay nada más emocionante que ver la gloria de Dios en adoración. La única reacción apropiada a eso es la alabanza apasionada. Tenemos muchos ejemplos bíblicos de arranques entusiastas de alabanza. Un gran ejemplo de adoración exuberante que vino del corazón y dio un ejemplo para que otros lo siguieran, fue la ocasión de la danza de David ante la procesión del arca (2 Samuel 6).
Repito, hay un tiempo y lugar para muchos modelos de la dirección de alabanza. El tono o el sentir del momento determinan el curso que escogemos. En momentos de gran celebración, el líder tal vez dirija a la
congregación en gritos de alabanza. Ocasiones especiales como congresos son la oportunidad perfecta para esto. Valor de parte del Espíritu Santo llena al director de alabanza y él podrá incitar a la congregación a alguna acción. Sin embargo, en general, la mirada del director de alabanza está puesta en el Señor y la congregación le sigue. En un sentido, el Espíritu Santo es el que realmente está dirigiendo la alabanza. El atrae los corazones del equipo de alabanza a poner el ejemplo.
Haciendo una comparación con la relación matrimonial, nadie tiene que exhortarme a besar a mi esposa. ¡Me gusta hacerlo! Nuestra relación con Dios es semejante. El ha cautivado nuestros corazones y él es nuestro Amado. Si nuestras vidas están consagradas a él, la alabanza de nuestros labios es una respuesta natural.
Para facilitar la participación de la congregación, el líder de adoración tiene que escoger cantos que son sencillos en su letra y melodía. Un buen líder de adoración tomará en cuenta la respuesta de la iglesia a cada canto. No tiene sentido seguir usando un canto que a la iglesia no le gusta, aun después de varias ocasiones de cantarlo. Acuérdate, el líder de adoración funciona como una partera que puede llevar a la gente a Dios y ayudar a dar a luz la experiencia de la adoración. Si la congregación no canta con gusto cierto canto, no lo uses. Hay muchos cantos ya probados que funcionan. Esto es un buen ejemplo de que el director de alabanza tiene que tomar el papel de siervo.
Nuestra meta no es cantar solo para darnos gusto a nosotros mismos, ni tampoco es expresarnos artísticamente. Sí nos expresamos artísticamente, pero solo cuando facilita la interacción entre Dios y su iglesia. Para nosotros la adoración no es un deporte para observar. Tal vez invitamos a algún solista a cantar, pero esto debe ocupar un porcentaje pequeño del tiempo de alabanza.
La mayoría de los líderes de adoración no proponen exhibirse durante un tiempo de adoración. Un problema más común ocurre cuando él se pierde en una euforia de adoración espontánea que para él es muy edificante, pero deja a la congregación solo observándole. Momentos breves de canto espontáneo de parte del líder pueden ser de ayuda, pero a menos que la congregación se una a eso, no lo uses con frecuencia. Algunas iglesias responden muy bien a la adoración espontánea, pero otras batallan para participar. Sirve a los creyentes y líderes de tu iglesia, dándoles comida que pueden masticar y digerir bien.
La duración de un tiempo de adoración en una Viña típica [de Estados Unidos] es aproximadamente 30 minutos. Como una pareja no llama a su casa a cada rato (para platicar con sus hijos) cuando salen a comer a solas, tampoco queremos tener interrupciones en el tiempo de adoración. La pareja da su atención total en lo que importa en ese momento: pasar tiempo con su amado. Cualquier conversación puede llegar a ser más íntimo y profundo si hay un período de tiempo cuando no se permiten interrupciones.
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Este versículo de Eclesiastés se aplica al tema de la adoración congregacional. En la vida de la iglesia hay ocasiones cuando tiempos cortos de adoración son apropiados. En otras ocasiones tenemos la libertad de seguir por más tiempo. El líder de adoración tiene la misma tarea que cualquier otro líder de la iglesia: jugar en equipo. Jugar en equipo significa que no nos quejamos cuando hay que cortar el tiempo de adoración algún domingo porque se van a presentar niños. Aun más importante, el líder de adoración tiene que acoplarse a la visión del pastor para cada tipo de reunión que va a dirigir.
En la Viña de Anaheim, los líderes de adoración entienden que cada reunión tiene su “sabor” único. Intentan quedar dentro de los límites que son apropiados para cada ocasión. La reunión del domingo en la mañana se caracteriza por un énfasis en adoración majestuosa y cantos íntimos, con un poco de música más animada. El domingo por la tarde hay más celebración, con una energía más alta en la música. Para eventos especiales a veces tenemos períodos más largos de adoración. Las demás reuniones en la iglesia tienen su propia personalidad, dependiendo de la visión del pastor que supervisa y de la edad de los que asisten. Facilitar eficazmente la adoración congregacional significa dejar a un lado nuestros propios deseos para servir las necesidades de todo el cuerpo en cada reunión en particular.

4. Damos la bienvenida al ministerio del Espíritu Santo para que él obre de la manera que él desee entre nosotros.

Un valor muy básico dentro de la Viña es hacer lo que el Padre está haciendo (Juan 5.19-20). Jesús siempre estaba sintonizado con lo que su Padre hacía. Para seguir el ejemplo de nuestro Señor, yo no me aferro rígidamente a mis planes para un tiempo de adoración. Aunque normalmente sí canto un alto porcentaje de los cantos que he planeado cantar, sé que oigo a Dios imperfectamente. A veces tengo que cambiar mis planes a medio camino. Aunque he sentido preparar cierto juego de cantos, tal vez ellos no parezcan nada apropiados cuando llegue el tiempo de tocar. Demasiadas veces he seguido con mi plan, aunque el Espíritu Santo me estaba diciendo: ¿Por qué no intentamos esto otro? Cuando procedemos con nuestros propios planes en vez de someternos a lo que Dios está haciendo siempre hay menos unción. A nadie le gusta eso, particularmente el que está dirigiendo. Vale la pena esperar en el Señor para sus direcciones en medio de la alabanza.
“Hacer lo que el Padre está haciendo” en la adoración también significa “decir lo que el Padre está diciendo. Debemos reconocer que hay un elemento profético en nuestros tiempos deadoración. Al dirigir nuestras palabras a Dios, proclamando su naturaleza y sus obras poderosas, él cambia esas palabras en una espada filosa de verdad que penetra nuestro corazón.
Lo profético puede tomar muchas formas durante nuestros tiempos de adoración: cantos congregacionales, cantos especiales preparados de antemano, cantos espontáneos, oraciones y exhortaciones. Mientras el líder y su equipo se mantienen sensibles a la dirección del Espíritu, él traerá estas palabras poderosas que penetrarán nuestros corazones. Como resultado somos fortalecidos, animados y consolados. Al cantar, Padre, quiero que me abraces, él dispara flechas de amor y verdad a nuestros corazones. El poder de sus palabras nos transforma. Podemos salir de la reunión con un sentir diferente de nosotros mismos.
La presencia de Dios en medio de la adoración provee una gran oportunidad para ministrarnos unos a otros. El arrepentimiento, la sanidad, los dones en el altar de oración se pueden facilitar a través de cantos que contienen estos temas. El pastor y el líder de adoración tienen que trabajar juntos, alternando entre cantos, oraciones e instrucciones en cómo responder a la invitación que Dios está dando en ese momento.
¿Cómo es el proceso de planear un tiempo de adoración? Yo encuentro que el contexto del tiempo de adoración determina la cantidad de preparación necesaria. Requiere más tiempo de preparación para dirigir el domingo por la mañana con el equipo, que para dirigir solo un grupo en casa. Hay varias razones. Primero, hay menos cantos que funcionan bien los domingos que los que funcionan para mi grupo de hogar (que está lleno de músicos). En segundo lugar, ayuda mucho cuando los músicos pueden repasar los cantos antes de tocar en la reunión. Esto no es necesario cuando voy a dirigir solo. Si ningún músico que me esté siguiendo yo puedo cambiar rumbo rápidamente y trabajar sin tener ninguna lista. A veces los tiempos “no planeados” de adoración son muy ricos. En esos momentos estoy escuchando al Señor por instrucciones, pero estoy utilizando mis 20 años de experiencia de dirigir adoración. El Espíritu Santo puede decirnos qué hacer tres días antes de la reunión, o tres horas o tres minutos. También puede decirnos qué hacer al progresar por una lista de cantos.

5. La Adoración es nuestra prioridad más alta, así que invertimos tiempo, energía y dinero para asegurar que haya una calidad muy alta en nuestra adoración.

Hoy en día estamos rodeados por música que es tocada y producida por músicos profesionales. La música es un medio poderoso que toca y forma la vida de todos. Por eso, es una herramienta que se puede emplear para cautivar el corazón de cristianos e inconversos. Reflexionando en esto, es obvio que una música excelente cambiará todo en cuanto a la calidad de nuestra adoración. Pero muchos músicos en la iglesia no comparten este punto de vista. Algunos sienten que la espontaneidad es todo lo que necesitamos, que si sabemos la mayoría de los tonos y la letra, adelante.
¿Qué dice la Biblia al respecto? En el Antiguo Testamento tenemos el ejemplo de los músicos del templo bajo el liderazgo de David. Él señaló a hombres a supervisar y levantar un grupo grande de músicos y cantantes que daban todo su tiempo al servicio de adoración musical (1 Cron. 25). En el Nuevo Testamento casi no se mencionan las artes con referencia a la adoración. Sabemos, sin embargo, que la iglesia primitiva usó el libro de los salmos como una fuente de himnos. Tenemos otros ejemplos de “himnarios” usados por la iglesia primitiva, como “Las Odas de Salomón”, que parece haber tenido su origen en Siria. A pesar del silencio del Nuevo Testamento respecto al uso de instrumentos, es claro del Antiguo Testamento y del testimonio de nuestra propia experiencia que música de buena calidad funciona mejor para la adoración que música de baja calidad.
Tengo que conceder que no todos tenemos los recursos para juntar un grupo profesional en nuestra iglesia local. Sin embargo, si no ensayan, no importa la habilidad de los músicos. Ningún músico alcanzará su potencial sin ensayar. ¿Por qué no dar a Dios y a la iglesia lo mejor que podemos? Cantadle con cántico nuevo; hacedlo bien, tañendo con júbilo (Salmo 33.3). Yo puedo notar la diferencia de cuando mi grupo está bien preparado a cuando no está preparado. Una preparación sólida provee un firme fundamento para la espontaneidad y la creatividad. Cuando todo el grupo sabe lo que tiene que hacer, hay un sentir de seguridad y relajamiento que permite a los músicos adorar con más libertad. Cuando hay muchas equivocaciones, el ánimo y el nivel de fe de los miembros del equipo sufren. Cuando todos fluyen unidos, los músicos pueden relajarse y adorar en vez de esperar en suspenso el siguiente error.
Si la adoración es nuestro primer valor, debemos invertir en buenos instrumentos y equipos de sonido. Con el advenimiento de grupos de alabanza, lo que se necesita es mucho mayor de lo que se necesita cuando solo hay un piano y una guitarra acústica. No necesitamos lo más nuevo del mercado para producir música de buena calidad, pero debemos tener el mejor equipo posible. El costo de un sistema de sonido nos asusta, pero también asusta la calidad baja de un equipo barato. Una cadena sólo es tan fuerte como el eslabón más débil. Y el sistema de sonido es un eslabón esencial en la cadena de la adoración contemporánea.

6. Estamos Comprometidos a una Vida de Integridad.

La vida privada de los líderes debe reflejar los cantos y oraciones que expresan en público. Podrías decir que la experiencia de adoración congregacional es un ensayo para la vida. El tiempo de adoración los domingos debe ser como una foto del diario andar del líder. Para calificar para el ministerio de líderar adoración en público, deben llenar las características mencionadas para ancianos en 1 Timoteo 3 y Tito 1. (La única excepción que haría es que un líder para un grupo pequeño no tiene que estar tan maduro espiritualmente. A veces, un joven cristiano, celoso por Dios, que tiene una vida pura puede ser un buen candidato para dirigir la alabanza en el ambiente de un grupo pequeño.) En el uso de su dinero, en sus relaciones con familiares, empleados, autoridades dentro y fuera de la iglesia, el líder de adoración debe ser ejemplar. Seríamos hipócritas cantar cantos de consagración a Dios sin tener una vida de consagración. Si verdaderamente amamos a Dios, nos amaremos unos a otros. El fruto del Espíritu debe ser evidente en la vida del líder. Su manera de tratar a los otros músicos y los del sonido deben mostrar su corazón de siervo tanto como su manera de tratar con el pastor encargado.
El líder de adoración debe tener una vida personal de oración y debe estar muy familiarizado con la Biblia (o debe ir en esa dirección). En todo, debe ser un discípulo de Cristo y un siervo de la iglesia. Sin ese tipo de corazón puede hacer un buen trabajo de dirigir cantos, pero no podrá dirigir alabanza, porque su vida no dará a la congregación el mensaje apropiado. Cuando estamos en una posición de liderazgo, siempre nos verán como ejemplos. Hacemos discípulos aun cuando no nos damos cuenta. Ellos harán lo que nosotros hacemos, sea bien o sea mal.
Los valores y prioridades que he intentado explicar son las guías básicas en nuestro peregrinaje en la adoración congregacional. Iglesias y líderes usarán una variedad de métodos al avanzar por este camino. Los asuntos como el estilo de música, acompañamiento y el volumen son temas secundarios. Estas cosas están fundamentadas en los valores esenciales, pero pueden variar de iglesia en iglesia.
Los cristianos más jóvenes tal vez se alimentarán con música que los más grandes llamarían irritante. Pero ellos tienen los mismos valores tocantes a la adoración. Si vamos a alcanzar una variedad de generaciones, culturas y grupos étnicos con las buenas nuevas de Jesús, tendremos que abrazar estilos que no nos gusten en lo personal.
Un ministerio de adoración que es vivo y disciplinado hará mucho más que dar refrigerio a nuestra relación personal con Jesús. También convertirá a los perdidos, sanará a los enfermos y edificará discípulos sanos e iglesias sanas. Esto es el fruto duradero de la adoración en espíritu y en verdad. Mientras mantenemos esta visión en mente y mientras somos guiados por los valores bíblicos que Dios ha puesto en nuestro corazón, nos mantendremos en el camino a la madurez en Cristo por medio de nuestra adoración.
andyparkExtraído del sitio Web oficial de Andy Park http://www.andypark.caArtículo original: "The Values & Priorities of Worship in the Vineyard" por Andy Park
Copyright 1996 the Association of Vineyard Churches
Copyright 1999 por Vineyard Mexico Partnership para la versión en español, Traducido por: Carlos Johnson

EL TABERNÁCULO DE DAVID: FUNDAMENTO DE LA ADORACIÓN NEOTESTAMENTARIA

Siempre ha sido el propósito de Dios tener intimidad y comunión con los seres humanos. Desde el principio de la creación de la humanidad, la intimidad fue una realidad. Fue una comunión directa, completa, sin barre¬ras, sin intermediarios y sin necesidad de sacerdotes ni sacrificios.

Si leemos los primeros capítulos del libro de Génesis, podemos ver que cuando Dios creó a Adán y Eva, les proveyó todas las cosas: un lugar para vivir, les proveyó una alimentación variada, los formó como una familia, les dio un trabajo que realmente no era una carga y todo lo que ellos necesitaban lo tenían disponible. Lo mejor de todo era que tenían una excelente comunión y relación con Dios.

A pesar de todo esto, los seres que Dios había creado no supieron valorar esta maravillosa posición que Él les había dado y pecaron e hicieron lo que Dios les había dicho que no debían hacer. Como consecuencia de ello, el hombre perdió la oportunidad de presentarse delante de su presencia sin intermediarios. Se perdió, tam¬bién, la vida espiritual que era plena y abundante.



1. El Tabernáculo de Moisés


Mucho después, cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, Dios le da instrucciones a Moisés para construir una especie de santuario o templo al que se le da el nombre del “Taberná¬culo de Moisés”. Por causa del peregrinar del pueblo de Israel en el desierto, era necesario que este tabernáculo fuera portátil, razón por la que se le conoció como la “tienda o tabernáculo”. El objetivo de su construcción fue para que Dios morara allí con su pueblo.

A la luz del capítulo 40 de Éxodo, el tabernáculo de Moisés estaba conformado por el atrio, donde estaba el altar de los sacrificios y la fuente de bronce; el Lugar Santo, donde estaban el candelabro, la mesa de los panes de la proposición y el altar del incienso y el lugar Santísimo, donde estaba el arca del pacto y el propiciatorio. En el atrio solo podían ministrar los levitas, en el lugar santo entraban los sacerdotes diariamente y al lugar santísimo solo entraba el sumo sacerdote una vez al año. Todo el ritual que se realizaba en el tabernáculo de Moisés era sombra o un tipo de Jesucristo, pero también era símbolo de lo que sería la adoración neotestamentaria.


2. El Tabernáculo de David


Sin embargo, entre el período de tiempo, que duró el tabernáculo de Moisés y el tiempo en que fue construido el Templo de Salomón, existió otro tabernáculo, uno muy especial para Dios, y fue bajo el reinado del rey David, el dulce cantor de Israel. Bajo el reinado de David coexistían estos dos tabernáculos, solo que el tabernáculo de Moisés tenía todos sus elementos originales, menos el arca del pacto, que era el único objeto que contenía el tabernáculo de David.

David hizo muchas cosas nuevas al instituir el tabernáculo para el arca:

1. Una nueva ubicación. El tabernáculo de Moisés estaba en Gabaón (1Crón. 16:39). David edificó su tabernáculo en Sión, junto a Jerusalén (1 Crón. 15:1; 2 Crón. 5:2).

2. Un nuevo sacerdocio. Dios instituyó un sacerdocio para que ministrara en el tabernáculo de Moisés. David ordenó un nuevo sacerdocio no prescrito en la Ley Levítica. (1 crón. 16: 4-6).

3. Nuevo denuedo en la presencia de Dios. Los sacerdotes de Sión ministraban ante el arca, lo cual era prohibido en la Ley de Moisés.

4. Un nuevo sacrificio. El sacerdocio de Sión venía a la presencia de Dios no con animales sino con cánticos, palmas, danzas, etc. (1 Crón. 16:4).

Podemos apreciar que el rey David instituyó un orden de adoración completamente nuevo, al colocar el arca del pacto en el tabernáculo del monte de Sión y al ordenar un nuevo sacerdocio de cantores y músicos para adorar y alabar al Señor. De 38,000 levitas, 4,000 fueron designados por David para alabar al Señor por turnos durante las 24 horas del día (1 Crónicas 23:4-6).


3. Diferencias entre los dos tabernáculos

Mientras que en el tabernáculo de Moisés en Gabaón se siguió realizando la adoración basada en los sacrificios y ceremonias tradicionales y ritualistas tales como sacrificar animales, encender el candelero, quemar incienso, poner el pan, etc., la adoración en el tabernáculo de David se caracterizaba por el canto, la música, el regocijo, la danza, aplausos de gozo, aclamaciones y el fluir de los cánticos proféticos.

Los sacerdotes del tabernáculo de Moisés no podían pasar detrás del velo, dentro del lugar santísimo, donde estaba el arca del pacto. En el tabernáculo de David, cantores y músicos adoraban y alababan a Dios continuamente ante el arca del pacto, lo que constituía una libertad inaudita, prohibida en el tabernáculo de Moisés.


4. La adoración en el tabernáculo de David fue:

4.1 Contínua: Cuando David estableció el tabernáculo en Jerusalén, aquellos asignados a adorar lo hicieron continuamente (1 Crónicas 16:37, 39-40). Lo cual nos enseña que nuestra adoración a Dios debe ser en todo tiempo.

4.2 Capacitada: Cantores y músicos capacitados formaban parte de la fuerza del liderazgo de adoración de David. El jefe de los levitas y director de adoración, Quenanías, fue puesto "porque era entendido en ello" (1 Crónicas 15:22). Después se nos dice que de la fuerza total de cuatro mil adoradores levitas, doscientos ochenta y ocho eran especialmente capacitados o "músicos instruidos" (1 Crónicas 25:6-8). Como adoradores, seamos músicos, cantantes o danzarines, debemos prepararnos, capacitarnos para desempeñar un ministerio efectivo.

4.3 Creativa: La alabanza que rodeó el tabernáculo de David incluyó música de instrumentos que David hizo exclusivamente para la adoración (1 Crónicas 23:5). Hubo creatividad en la elaboración de diversos instrumentos musicales. Dios merece de nosotros la mejor creatividad, en la música, en las canciones, en los instrumentos musicales, en los vestuarios, etc.

4.4 Gozosa: Pocas dudas pueden haber de que el gozo y el entusiasmo que había alrededor del tabernáculo de David. La Escritura nos dice que "de esta manera llevaba todo Israel el arca del pacto de Jehová con júbilo y sonido de bocinas, trompetas y címbalos, y al son de salterios y arpas" (1 Crónicas 15:28). Quiera Dios guiarnos hacia el regocijo completo en la adoración en nuestra iglesia.

4.5 Extravagante: David y todo Israel celebró delante de Dios (en el arca) "con toda su fuerza" (1 Crónicas 13:8). Luego, se nos dice que David "danzó delante del Señor con toda su fuerza" cuando el arca fue traída finalmente a Jerusalén (2 Samuel 6:14-15).

4.6 Dios escogió el tabernáculo de David. Durante el reinado de David, Dios habló proféticamente diciendo que Él había desechado el ceremonial del tabernáculo de Moisés y había elegido la adoración del tabernáculo de David. (Salmo 78:68, 132:13, 50: 13-14).

El Tabernáculo de David, es decir la tienda física, permaneció aproximadamente unos 40 años, el tiempo de duración de David como rey. La Biblia no da mayores detalles sobre las causas o el destino final de esa tienda, solo que cuando Salomón construyó el templo el arca fue trasladada a ese lugar. (1 Rey. 8: 1,4,6).


5. Restauración del tabernáculo Caído de David


Es a la restauración de este tabernáculo al que se refiere la Escritura por boca del profeta de Amós 9:11: “En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado.” El tabernáculo de David es la única estructura o diseño divino del antiguo testamento que trasciende al nuevo pacto a través del cumplimiento de la profecía de Amós.

Ahora bien, es importante entender lo qué significa el tabernáculo caído de David. Esto tiene que ver con todo aquello que “David hizo para Dios en Sión” y que estuvo caído o abandonado por mucho tiempo, lo cual está siendo restaurado por la Iglesia. Tiene que ver con todo aquello que está escrito en los Salmos y que debe está siendo traído de regreso a la vida de la iglesia en nuestros días.

Esta restauración incluye una vida de comunión íntima con Dios, además de un estilo de vida de alabanza, adoración y oración en Su Presencia. No podemos pasar por alto que fue de David que Dios dijo que era un hombre conforme a su corazón y lo que lo hizo de esa manera fue la búsqueda continua de su presencia y gloria. Dios quiere regresar esa manifestación permanente de la nube de su gloria a la iglesia, pero tiene que ser a través de la restauración del tabernáculo in¬dividual en el corazón de cada creyente; ese es el verdadero tabernáculo desde donde debemos sacrificar adoración verdadera, aquella que Cristo reveló, una adoración en espíritu y verdad que subiera ante el trono con olor fra¬gante, con aroma de santidad, obediencia y pureza. Es tiempo de restaurar el altar, el tabernáculo, en cada uno de nosotros para manifestar su gloria en nuestro medio.

LA ADORACIÓN EN ESPÍRITU Y EN VERDAD


(Juan 4: 23-24)

¿Qué significa adorar al Padre en espíritu y en verdad? Muchos dicen que adorar a Dios en espíritu significa adorar guiados por el Espíritu Santo y adorarlo en verdad significa adorar a Dios como Él guía en Su Palabra. Pero eso no es lo que Jesús le dijo a la mujer samaritana. Entonces, si "en espíritu y en verdad" no significa " adorar guiados por el Espíritu Santo y en armonía con la Palabra de Dios", entonces, ¿qué significa?


Antes de seguir es importante recordar el contexto de la adoración en el Antiguo Testamento:

En el libro de Éxodo, capítulos 36 al 40, encontramos lo referente a la construcción del tabernáculo. Debemos recordar que el tabernáculo de Moisés se constituyó en el centro de la vida religiosa del pueblo de Israel y durante la travesía por el desierto era el lugar en donde se rendía adoración a Dios.

Después de la conquista de Canaán el tabernáculo, junto con el sistema de sacrificios fueron establecidos en Silo. Durante la decadencia espiritual del sacerdocio de Elí y sus hijos, los filisteos capturaron el arca. El arca fue devuelta a Israel después de que Dios asoló a los filisteos con una plaga por mirar dentro de ella. El arca fue recibida en Bet-semes y posteriormente en Quiriat-jearim, donde permaneció durante 20 años en la casa de Aminadab porque el rey Saul nunca se interesó por ella.

Después de esto David trajo el arca a Sion donde le construyó un nuevo tabernáculo. Para esta época habían dos tabernáculos en Israel, el tabernáculo de Moisés, ahora en Gabaón, donde se seguían realizando los sacrificios y holocaustos, pero el lugar santísimo no contenía el arca, ya que esta estaba en el tabernáculo de David en Sión.

Más adelante el rey Salomón construye un majestuoso templo en Jerusalén y el sistema de adoración instituido a través de Moisés es trasladado allí. Este templo fue destruido por el rey babilónico Nabucodonosor aprox. en el año 587 A.C. El templo que había en la época de Jesús fue el que reconstruyó mucho después el rey Herodes, en el cual se seguía adorando con el ritual establecido por la Ley Mosaica.

Ahora, Para la época de Jesús los israelitas se habían dividido en tres subculturas: Galileos: Por haberse fusionado la población con extranjeros, no judíos de religión, los galileos no eran bien vistos por los judíos fervientes, que llamaban a la región "Galilea de los gentiles”. Samaritanos: Los samaritanos eran seguidores de la Ley, admitían sólo el Pentateuco, rechazaban el resto de los libros del Antiguo Testamento y no reconocían a Jerusalén como centro religioso. Ellos tenían su templo en el monte Gerizín, en Síquén. Entre ellos y los judíos existía un odio mutuo. Judios: La ciudad principal de Judea era Jerusalén. Su importancia era, en primer lugar, religiosa: allí estaba el único templo judío del mundo, al que todos debían peregrinar por lo menos una vez al año.


I. LA ADORACIÓN A DIOS EN ESPÍRITU

A. SIGNIFICA OFRECER ADORACIÓN "ESPIRITUAL"

En el pozo de Jacob, Jesús y la mujer samaritana discutieron el asunto de la adoración. Los samaritanos y los judíos diferían sobre donde debería adorarse (Juan 4:20). Los samaritanos creían que debían adorar en Gerizim. Los judíos entendían que debía ser en Jerusalén. Sin embargo, podemos ver el contraste hecho por Jesús: Los judíos habían adorado correctamente al ir a Jerusalén, pero iba a venir el tiempo cuando el lugar donde adorar no sería algo importante.

Jesús dijo que llegaría el tiempo para un tipo diferente de adoración donde esta no sería definida por un lugar determinado. En Juan 4:21 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre”. Y en 4:24 le dijo: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y verdad es necesario que le adoren”. Para entender lo que Jesús le estaba revelando a esta mujer observemos los siguientes textos:

 (Juan 4:24). Dios es Espíritu.

 (Gén. 1:26). Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. 

 (Sant. 2:26). Es decir, somos seres espirituales porque somos un espíritu, no es que tenemos un espíritu, somos un espíritu.

 (1 Tes. 5:23). Somos un espíritu que interactúa con otras personas por medio del alma y a través el cuerpo.

 (Gál. 5:16). Tenemos que aprender a andar en el Espíritu, a movernos en el mundo del espíritu, por medio del Espíritu Santo.

Debemos recordar que el sistema de adoración de los judíos se caracterizaba por una serie de rituales físicos, tales como el ofrecimiento de ofrendas, los holocaustos, etc. En contraste con lo que es principalmente físico, la adoración que estaba por venir, de que hablaba Jesús, estaba más de acuerdo con la naturaleza de Dios. Esta explicación es acorde a Juan 4:24: “Dios es espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” Jesús está diciendo: La adoración que ofrecemos a Dios debe ser "en espíritu", es decir, espiritual. Debe fluir desde nuestro espíritu, desde nuestro interior.
Cuando Jesús le dijo a la mujer que llegaría el momento en que no adorarían al Padre ni en Gerizin, ni en Jerusalén, es decir, que no sería fundamental un lugar físico para adorar, estaba haciendo referencia a que el lugar para adorar a Dios sería establecido en nuestro espíritu. Hoy somos el templo de Dios, no un lugar para venir a adorar a Dios, sino un lugar desde donde fluye la adoración a Dios.

En el plano de lo físico, esto quiere decir que ahora podemos adorar en cualquier lugar, a diferencia de cómo lo hacían en el Antiguo Testamento. A partir de esta revelación podemos ver verdaderos adoradores adorando ya no en el templo físico o material, sino desde su templo, en cualquier lugar físico: María, la hermana de Lázaro, adoró a Jesús en su casa en Betania, la multitud en la entrada triunfal de Jerusalén, la mujer pecadora que adoró a Jesús en la casa de Simón, los 120 en el aposento alto, Pablo y Silas en una cárcel de Filipos, etc.



B. LA ADORACION EN ESPÍRITU ES OPUESTA A LAS ORDENANZAS DE LA LEY

1. La adoración del AT consistía de ordenanzas carnales, corporales, que tenían que ver más con lo físico que con lo espiritual. ver Heb 9:1-10

Una estructura física (el tabernáculo). Un sacerdocio especial, vestidura para los sacerdotes, candelabros, incensario, días festivos, Sacrificios de animales y ofrendas, todo lo cual apelaba a los sentidos carnales o físicos del hombre, no tenían ninguna relación con su espíritu.


2. La adoración del NT está dirigida más hacia el lado espiritual del hombre:

a. El templo de Dios es ahora espiritual adoptado por cristianos (1 Cor 3:16; Ef 2:19-22)

b. Todos los cristianos son sacerdotes, que ofrecen sacrificios espirituales (1 Ped 2:5,9)

c. Nuestras oraciones son como dulce incienso (Apoc. 5:8)

d. Nuestra música es hacer melodía con el corazón, no con instrumentos musicales (Ef 5:19)

e. Sacrificios espirituales de adoración y servicio (Heb 13:15; Rom 12:1)

El énfasis está en el espíritu del hombre, ¡no en sus sentidos físicos. Las ordenanzas físicas del Antiguo Pacto fueron hasta "el tiempo de reformar las cosas" (Heb 9:9-10), lo que ocurrió con la venida del Nuevo Pacto. Como proclamó Jesús, la nueva adoración está más de acuerdo con la naturaleza de Dios ("Dios es Espíritu"), diseñado para relacionar más a la parte espiritual del hombre con Dios.

C. LA ADORACIÓN EN ESPÍRITU NO PROCEDE DEL ALMA: VOLUNTAD, MENTE O EMOCIONES, ÉSTA ES SOLO EL VEHÍCULO PARA EXPRESARLA. Si nuestra adoración no fluye desde nuestro interior, desde nuestro espíritu, terminaremos cometiendo el error de muchos: confundiendo las expresiones de adoración con la verdadera adoración.


II. LA ADORACIÓN A DIOS EN VERDAD

Jesús le dijo a la mujer samarita que llegaría el momento en que se ofrecería a Dios una adoración que estaba más de acuerdo con la verdad, con la realidad.

Para entender esto, debemos tener en cuenta que muchos elementos de adoración en el Antiguo Testamento eran simplemente una sombra o figura de lo que vendría:

a. El tabernáculo era un símbolo (Heb 9:8-9)

b. La Ley era solo una sombra de lo que vendría (Heb 10:1)

c. La adoración del Antiguo Pacto, era una sombra o símbolos de la verdadera adoración. Los sacrificios de animales eran símbolo del sacrificio de todo nuestro ser que debemos presentar diariamente en adoración a Dios (Rom. 12:1); el sacerdocio levítico era símbolo del mejor sacerdocio que hoy tenemos (1 Pedro 2:5); la fuente de bronce era símbolo de la limpieza que hoy hace la Palabra en nuestra vida (Efe. 5:25-26); el candelero era símbolo de la revelación que nos da el Espíritu Santo, especialmente cuando le adoramos (1 Cor. 12:7-8); el altar del incienso ara símbolo de las oraciones que elevamos a Dios (Apoc. 5:8); el lugar santísimo, en el que entraba solo el sumo sacerdote una vez al año, era símbolo de la presencia de Dios a la que hoy podemos entrar con plena libertad (Heb. 4:16); la sangre depositada en el propiciatorio para hacer expiación por los pecados del pueblo era símbolo de la sangre de Cristo que nos da libre acceso a la presencia de Dios (Heb. 9:11-12).

d. La adoración del Nuevo Pacto está de acuerdo a la verdadera realidad. El énfasis ya no está en lo que eran símbolos o una sombra de las cosas por venir (La Ley), sino en lo que es verdad o real. El rey David recibió la revelación de la adoración en verdad y la estableció en el tabernáculo de Sión. En el Salmo 132:13 dice que este fue el tipo de adoración que el escogió, en lugar de la adoración mosaica (Salmo 78:60). La adoración en verdad es la forma como Dios quiere que se le adore, con música, con cantos, gritos, con danza, vidas rendidas a Él, etc.


CONCLUSIÓN: Esta explicación de la adoración a Dios "en espíritu y en verdad" está más de acuerdo con el contexto inmediato. Dios es un ser espiritual y requiere un servicio espiritual proporcionado a su ser, y entonces aquellos que le rinden un homenaje, deben hacerlo desde su espíritu, y de acuerdo a los mandamientos que Él ha ordenado, en verdad.

10 FORMAS DE ADORAR SIN MÚSICA

Adorar es el proceso de rendir nuestra vida entera en las manos de Dios. Todo lo que hacemos puede y debería ser un acto de adoración. Dios nos diseñó para adorarlo con nuestra vida entera, de hecho, existen hábitos espirituales que podemos fomentar en nuestra vida y que nos ayudan a adorar a Dios a un nivel más íntimo. Lamentablemente hemos relacionado la adoración solo con la música y el canto (esto no quiere decir que no debamos utilizarlos), pero tenemos a nuestra disposición una gama de expresiones de adoración, con la que podemos expresar nuestro amor a Dios sin caer en la monotonía.

A continuación estudiaremos diez maneras de adorar a Dios, sin utilizar la música.

1. Adorando por medio de la oración. A menudo perdemos de vista este importante componente de nuestra vida de oración. Piense en aquellos asuntos por los que generalmente ora. ¿Cuánto de su vida de oración se centra en usted y cuánto en Dios? No hay duda de que Dios quiere que le compartamos todo lo que ocurre en nuestra vida. Pero también quiere que lo conozcamos mejor. Cuando nuestras oraciones afirman quién es Dios, ponemos nuestra vida de oración en una perspectiva apropiada. Eso es exactamente la forma en que Jesús nos enseñó a orar. En el Padre Nuestro, en el Evangelio según Mateo (6.9–13), Jesús empieza la oración diciendo: «Padre Nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre». Con esta oración, Jesús nos enseña una importante lección: La oración comienza con Dios. Debemos incluir en nuestras oraciones un tiempo en el cual nos enfoquemos en quién es Dios y lo que ha hecho Dios por nosotros y adorarlo por ello.

2. Adorando con la Palabra. ¿Cómo podríamos adorar a Dios si no tenemos un claro entendimiento de quién es Él? La verdad acerca de Dios es esencial para adorar. Debemos prestar más atención al libro de los Salmos. Ningún libro en la Biblia invierte tanto tiempo describiendo cuidadosamente a la persona de Dios como éste. Podemos utilizar porciones de los Salmos adaptadas al momento para adorar a nuestro Dios.

3. Desarrollando en nuestra vida el hábito de la gratitud. (Ef. 5:20). Esto requiere que veamos el mundo a través de un par de lentes diferentes. Cuando vemos a través de los lentes de gratitud, vemos nuestra vida —y todo lo que hay en ella— como un regalo de Dios. Debemos empezar a agradecer a Dios por todo lo bueno que ha hecho en nuestra vida.

4. Postrándonos. (Salmo 95:6). Debemos empezar a entregarle a Dios áreas de nuestra vida que nunca antes le habíamos dado. Este es el corazón de la adoración: rendirse. Dios no busca 90% de nuestra vida; él lo quiere todo. Posiblemente, usted haya sido por mucho tiempo un seguidor de Jesús, pero ciertas áreas de su vida aún no se las ha entregado, las reserva solo para usted. ¿Cuáles son esas áreas? Solo usted lo sabe. Dos buenos lugares para echar un vistazo son nuestras finanzas y nuestro tiempo. Debemos mirar las áreas de nuestra vida donde invertimos más tiempo y dinero. ¿Honran a Dios?
En el aspecto físico, postrarnos es una forma extrema de cortesía (reverencia) y adoración. El caer delante de alguien o tenderse frente a él o ella es una señal de reverencia suprema. Es una forma de humillarse uno mismo para aumentar el sentido de elevación de Aquél delante de quien nos postramos.

5. Orando y Cantando en Lenguas. (1 Cor. 14:13). Cantar en lenguas es un vehículo para adorar a Dios, un medio para que el Espíritu adore en nosotros. El canto en lenguas expresa sentimientos y pensamientos. El Espíritu Santo se une a nuestro espíritu, no lo sustituye. Se sirve de todos los recursos de nuestra naturaleza. El don consiste en dejarse interior y exteriormente con sencillez, para que pueda brotar este lenguaje de niño. El canto en lenguas se convierte así en el lenguaje de la alabanza, de una alabanza integral, de todo el ser, en la presencia de Dios.
El canto en lenguas no es una sucesión de notas ensayadas o una melodía compuesta. Es una irrupción espontánea, dejando a la persona en libertad para cantar o callarse, que impulsa directamente a alabar al Señor. Cada persona canta con su voz, bonita o no, con su propio timbre y su estilo particular. Sin embargo, el conjunto muestra una impresionante acción del Espíritu, que va constituyendo una unidad en la variedad de voces y melodías. El efecto es una adoración más allá de lo medible o expresable. Solamente si se ha experimentado se puede comprender esta realidad.
La mente no tiene un entendimiento natural de lo que se canta; con todo, al mismo tiempo tiene un conocimiento intuitivo de que nuestro espíritu está alabando y magnificando a Dios con “lenguas angélicas”.
6. Adorando con cantos espontáneos o cánticos nuevos. (Salmo 149:1). Son cantos que brotan del corazón de forma espontánea, en un ambiente de alabanza o de adoración acompañada de música o sin ella. (Col. 3:16).  Son cantos o himnos dados directamente por el Espíritu, y cantados espontáneamente a medida que Él inspira tanto las palabras como la melodía. Tales cantos suelen ser entonados en el lenguaje de la persona que los articula.
7. Adorando con Adoración líquida. (Lucas 7:36-38). El llanto puede ser también una respuesta legítima de alabanza a Dios. No es el llanto que viene de la tristeza o de un corazón quebrantado, sino el que procede de la gratitud y de la adoración de corazón. A veces cuando meditamos sobre la grandeza y bondad de Dios, la única respuesta apropiada a su amabilidad es derramar lágrimas de gratitud.
No debemos temer hacer esto, pues no es una señal de debilidad. Debemos dejar que las lágrimas fluyan. Nuestra reacción humana es a menudo contener las lágrimas. Sin embargo, llorar puede expresar, a veces, los deseos más profundos de nuestro ser en una forma que ninguna otra cosa podría hacerlo. En ocasiones produce una profunda liberación.
Tampoco es bueno darse al llanto demasiado, pues eso puede ser una señal de que algo anda mal en nuestro interior. En tales casos, hay necesidad de sanidad interior.
8. Danzando para el Señor. (Salmo 150:4).
No solamente en público, sino también en nuestro tiempo a solas con Él. Cuando danzamos en nuestro devocional privado para Jesús, tendremos la absoluta seguridad de que lo hacemos para ministrarle a Él y no a los hombres. En lo secreto de nuestra habitación Dios puede darnos nuevos pasos de danza y nuevas revelaciones que se podrán incorporar a este ministerio.
9. Levantando las manos. Levantar las manos es una señal universal de redención o sumisión. Cuando las alzamos delante del Señor estamos reconociendo que nos sometemos completamente a Su voluntad y le decimos que somos suyos incondicionalmente.
Las personas que no están completamente rendidas a Dios tienen grandes problemas a la hora de hacerlo, aunque aparente ser una cosa muy simple. Se resisten firmemente a esta manera de adoración. Sin embargo, una vez que lo hacen viene sobre ellos una gran liberación, la cual, muchas veces les habilita para expresar alabanzas de muchas otras maneras.
“Alzad vuestras manos al santuario y bendecid al Señor” (Sal 134:2). Es también una señal de un anhelo profundo de adorar a Dios. “Escucha la voz de mis súplicas, cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos hacia tu santo templo” (Sal 28:2). Es además simbólico de la sed espiritual que sentimos por Dios. “Extiendo mis manos a ti; mi alma tiene sed de ti, como una tierra sedienta” (Sal 143:6).
10. Hablando de sus poderosos hechos. (Salmo 145: 4-7). Esta es la evidencia de un corazón enamorado. Hablamos constantemente de aquel a quien amamos. El adorador debe dar testimonio permanente de quien es Dios y de lo que Dios hace en la vida de los que le aman.

Conclusión: Todas estas expresiones de adoración son válidas únicamente cuando son expresadas con sinceridad de corazón, tal como dice en Colosenses 3:23: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor…”

LOS ENEMIGOS DEL VERDADERO ADORADOR

Hay situaciones, actitudes o personas que tratarán de impedir que seamos uno de esos verdaderos adoradores que Dios quiere que seamos, y para que nos convirtamos en un falso adorador. Debemos aprender a reconocerlos y sacarlos de nuestra vida.  Algunos impedimentos para adorar a Dios en espíritu y verdad pueden ser:
     
1. El Pecado. El pecado es el primer obstáculo para la alabanza. Es una razón de porqué algunos cristianos no alaban a Dios. El pecado no confesado nos inhibe delante de la presencia de Dios. No nos sentimos libres ni cómodos en la presencia de Él si somos conscientes de pecado no perdonado en nuestra vida.
Hay una repuesta muy obvia a este obstáculo: confesar el pecado a Dios y aceptar sinceramente su perdón y limpieza de manera que pueda ser restaurada una relación correcta con El y se libere el fluir de la alabanza (1 Juan 1:9).
2. Satanás, quien odia que adoremos a Dios. Es difícil para nosotros comprender el odio profundo que Satanás siente hacia Dios y cuánto aborrece escuchar a los cristianos alabándole.
Fue la envidia profundamente arraigada en el corazón de Satanás hacia Dios lo que provocó su caída. En su arrogancia, se creyó mayor que Dios. Cada vez que escucha a los creyentes alabando su Nombre, se llena de gran ira y celos. Por consiguiente, el enemigo procura suprimir y desanimar toda alabanza dirigida a Dios. Uno de los ministerios que Satanás siempre busca destruir es el de la adoración (Alabanza, Danza y Música), generalmente trayendo desánimo, desaliento, rencillas, divisiones, orgullo, etc.
3. La falta de control de la mente . Alguien comparó a la mente con un árbol lleno de monos saltando de rama en rama, gritándose y charlando unos con otros. ¿Cómo superar esta mente distraída e inconstante, cómo hacemos para ir más allá de las imágenes y los pensamientos que constantemente pasan por nuestra mente precisamente cuando vamos a orar o adorar a Dios?
El apetito de la mente, al igual que del estómago, se acostumbra a la dieta que consumimos. Pensar en lo justo, lo puro y lo amable desarrolla el hambre de recibir más de la bondad de Dios. Pero si ingerimos la basura que nuestra sociedad llama excelente, desarrollamos un gusto por tales cosas. El mundo presenta unas ofertas deliciosas a la vista. La TV es un ejemplo, en la que hay mucha basura. Algunos creyentes creen que está bien ver programas que violen los valores bíblicos, ya que es "sólo un entretenimiento". Pero, todo lo que ingiere nuestra mente determina nuestras ideas y nuestros valores. El dejar que las malas enseñanzas y las ideas pecaminosas penetren nuestra mente, puede destruir nuestra percepción bíblica del bien y el mal y nos impiden concentranos en la oración, adoración o lectura de la Biblia.
El mejor consejo para controlar nuestros pensamientos es el que nos da el apóstol Pablo en Fil. 4:8: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
4. El mal uso del tiempo y las prioridades invertidas.  El tiempo es algo que no podremos recuperar. El tiempo es algo que todos tenemos más, sin embargo no todos sabemos administrarlo o manejarlo correctamente. La Biblia nos enseña sobre el tiempo y nos dice “Que hay tiempo para todo”. Esto quiere decir que todo durante el día tiene un orden y todo lo que hacemos o realizamos se tiene que hacer durante un lapso de tiempo.
Hoy en día el mal uso del tiempo tiene como principal causa el abuso de: TV, xbox y video juegos, muchas películas, teléfono, chat, internet. ¿Cuanto tiempo estamos pasando en estos temas en lugar de usar el tiempo para las cosas que nos prosperarán material y espiritualmente o para estar a solas con el Señor?
5. La trampa del orgullo. El orgullo obstaculiza por completo y hace desaparecer la alabanza y la adoración verdaderas. La altivez es nuestro mayor impedimento en la adoración. Es sutil y levanta su fea cabeza cuando menos lo esperamos. Si nos descuidamos, hasta podemos llegar a sentirnos orgullosos de nuestra humildad.

Si nos sentimos orgullosos de nuestros dones, haremos exhibición de ellos a fin de impresionar a los demás y revelar nuestro secreto deseo de ser aplaudidos. Hay algunas iglesias donde la gente hasta adora su propia adoración a Dios, en lugar de adorar a Dios. Antes de su exilio, Lucifer dirigía la adoración en el cielo. Era el que más cerca caminaba del trono de Dios, hasta que se volvió orgulloso y quiso ocupar el lugar de Dios (lea Ez 28:14-15).

6. La voluntad propia. La fea gemela del orgullo es la voluntad propia. En Isaías 14:12-14 Lucifer manifiesta esa voluntad: "Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono y en el monte del testimonio me sentaré, sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo".

No conjugue ninguno de estos verbos en primera persona, porque su orgullo y su voluntad propia van a tener por consecuencia una caída. Y ahora, clave los ojos en el escenario para ver el gran final, la caída: "Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo", (Is 14:15). Debemos rendir cada día nuestra voluntad bajo la voluntad de nuestro Dios y Señor.

7. La tradición. Las tradiciones son las cosas que hacemos porque así las hemos recibido de otros. Los principios enseñados por hombres que no tienen sus raíces en la Palabra de Dios, son tradiciones de hombres. Una tradición de hombres enseña a la gente las formas de acercarse a Dios con religiosidad; formas que tienen la apariencia de ser adoración a Dios en el ambiente de una iglesia. Pero la adoración inventada por el hombre sólo es un servicio externo, y con frecuencia el corazón de las personas se halla muy lejos de Dios.

8. Ofrecer Adoración Falsa. Hay una forma correcta y otra incorrecta de adorar a Dios. Una vez que hayamos oído la verdad, en realidad nuestra ignorancia ya no tendrá excusa. La falta del conocimiento espiritual para "adorar en verdad", no sólo nos aparta de la verdadera adoración, sino que con facilidad nos puede guiar a una adoración incorrecta que tiene efectos secundarios dañinos. Ofrecen adoración falsa:

1. Los que ofrecen adoración ignorante (Hech. 17:22-23).   a. Ignorante de la verdadera naturaleza de Dios (Dios es espíritu). b. Ignorante de la adoración que Él desea.                                                                   

2. Los que ofrecen adoración vana (Mat. 15:7-9). a. Basada en tradiciones de los hombres, mientras se ignoran los mandamientos de Dios.  b. Ofrecida sin involucrar nuestro espíritu.
3. Los que ofrecen adoración almática.   a. Impuesta por sí mismo, no dirigida por Dios. b. Adoran con lo que les agrada, lo que les gusta, lo que piensan que es bueno, pero…¿Le gusta a Dios?.  c. Prefieren lo que está basado en cómo se oye la alabanza.  d. Prefieren lo que está basado en cómo se siente la adoración. e. Los adoradores que se concentran más en el hombre que en Dios, que dirigen su adoración más hacia el hombre que hacia Dios. Se llega a esta conclusión porque su ministración es efectuada para: impresionar al hombre,  impactar al hombre, ser vistos y admirados por los hombres, entretener a los hombres.
9. La falta de perdón. Jesús proclama que es necesario perdonar: "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial", (Mt 6:14). Nuestra adoración se ve obstaculizada cuando nos mantenemos sin perdonar a alguien, tanto si la ofensa es real, como si es imaginaria. Para entrar en la presencia de Dios el perdón es imprescindible, no es algo optativo para el verdadero adorador, es un requisito.

10. Las pasiones juveniles (2 Tim. 2:22). Pasión, en este verso quiere decir un deseo intenso, esta palabra se usa mayormente para los deseos pecaminosos o la concupiscencia. Nos dice la palabra de Dios: Huye de las pasiones Juveniles, nota también que no dice: “Enfréntala” o “Lucha con ellas”, ¡no!, te dice ¡¡Huye!! Este verbo como huir podría también traducirse como Rechazar. “Rechaza los deseos pecaminosos de la Juventud.” 
Por cuanto la verdadera adoración es espiritual, ésta no tiene ninguna amistad con los deseos carnales. Las pasiones juveniles son enemigas de la verdadera adoración. Gálatas 5:24 dice que “los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.”

¿Es su deseo ofrecer a Dios una adoración verdadera? Si lo es, dé estos importantes pasos:

1. Confiese todo pecado oculto o hábito pecaminoso en su vida y tome la decisión de dejarlos.

2. Aprenda a discernir las obras de las tinieblas y repréndalas.

3. Llene su mente de la Palabra de Dios y rechace todo pensamiento que venga a su mente cuando esté en la presencia de Dios.

4. Ordene su tiempo diario elaborando una agenda. Dele prioridad a Dios en su vida.

5. Pida la presencia de Dios para que lo haga más receptivo ante los cambios que Él quiere hacer en usted.

6. Humíllese ante Dios.

7. Deseche las tradiciones de hombres.
8. Arrepiéntase de su actitud de no perdonar y tome la decisión de perdonar siempre a los demás, aunque ellos no se arrepientan ni le pidan perdón.

9. Pídale a Dios que le de fuerza para no dejarse arrastrar por las pasiones juveniles.