Por Andy Park
Son las 10:05 el domingo por la mañana, y la reunión acaba de
empezar. El líder de adoración ora sencillamente, invitando a Dios a
estar presente y animando a la congregación a enfocarse en él. Él
empieza los cantos asentando con la cabeza al grupo de músicos, entonces
cierra sus ojos al cantar cantos contemporáneos de amor y adoración al
Padre. A veces levanta una oración entre los cantos y da indicaciones a
los músicos cuando hay una transición. Hay poca conversación entre el
líder de adoración y la congregación. Casi todo está dirigido hacia el
cielo. Hay unos pocos momentos cuando dejan de cantar, pero los
instrumentos siguen tocando mientras la congregación espera en el Señor
con una actitud de adoración. Los cantos varían entre gozosos y suaves.
Aunque es obvio que ha habido algo de planeación y preparación por los
músicos, también hay un sentir de espontaneidad al dirigir el líder una
media hora de cantos.
¿Qué impulsa este estilo de guiar la adoración? ¿Está el líder de
adoración solo dejando que las cosas ocurran, o hay una filosofía detrás
de lo que hace? ¿Es una manera arbitraria de llenar el tiempo antes del
mensaje, o hay un plan intencional que expresa un sistema definido de
valores?
Hace como 18 años, Dios juntó a un grupo de personas en Yorba Linda,
California que estaban concientes de su necesidad desesperada de Dios.
Solo tenían la energía suficiente para acercarse a él para escuchar su
voz y recibir su consolación. Derramaron ante él su adoración y su
clamor por ayuda. De esta experiencia íntima de tocar a Dios y ser
tocados por él, nació un movimiento de iglesias y se desarrolló una
práctica y teología única de adoración. A través de los años, las
fronteras de la adoración en la Viña se han extendido, pero los valores
principales que fueron formados en aquellas etapas iniciales están
todavía intactos. El estilo y la forma de expresión puede evolucionar,
pero la visión y el propósito permanecen constantes.
Para permanecer fieles al llamado que Dios nos ha dado, tenemos que
aclarar y afirmar los valores que no vamos a cambiar, y asegurarnos que
nuestras prácticas estén alineadas con esos valores. Si el capitán de un
barco fija su curso, pero se le olvida examinar su brújula, sin darse
cuenta se desviará.
Los líderes de adoración enfrentan dos peligros: Muchos tienden a
enamorarse de sus habilidades. La otra tendencia es desviarse del
mandato y herencia que Dios nos ha dado como movimiento. Debemos
mantener nuestro ojo en la brújula si vamos a mantener el curso y
cumplir nuestro llamamiento de Dios.
Fuera de la Viña hay muchos estilos y formas de adoración que son
válidos y bíblicos. La Viña no es lo único que hay en cuanto a esto.
Apreciamos a todas las denominaciones y movimientos que exaltan a Cristo
y se adhieren a las doctrinas claras e importantes del cristianismo
básico. A la vez, sentimos una responsabilidad de andar de acuerdo a lo
que Dios ha escrito en nuestros corazones.
Mi versión de los valores de la adoración de la Viña tiene su
fundamento en los mensajes de John Wimber al respecto. He añadido al
bosquejo de John de acuerdo a mi propia experiencia como un pastor y
líder de adoración dentro de la Viña.
Hay seis valores básicos que proveen el fundamento y la estructura
para una variedad de prioridades y prácticas que yo sigo. Cada valor
está respaldado por mandatos bíblicos sobre la adoración y la devoción.
1. La adoración es únicamente para la gloria y honra de Dios.
No hay nada más poderoso que estar cara a cara con la presencia de
Dios en la adoración congregacional. A veces es sobrecogedor gustar y
saber que el Señor es bueno. Durante la experiencia de tocar delante de
grupos grandes cuando el Espíritu Santo está moviéndose es un reto para
mí mantener puros mis pensamientos. A veces mi mente vaga a ideas como
ésta: ¿No es asombroso lo que está pasando? ¡Qué bien se oye mi voz!
¡Caray, si no tengo dones! Después de varios segundos reconozco lo que
estoy haciendo y rápidamente deshecho mis pensamientos desviados.
Entonces escojo re-enfocarme en el que es la única fuente de dones y
unción para la adoración.
Este tipo de equivocación es lo que llevó a la caída de Lucifer. En
Ezequiel 28, la profecía contra el rey de Tiro tiene un doble
significado también en contra de Lucifer, el líder de las huestes
angelicales. Él fue un ángel dotado y ungido que tenía acceso directo al
trono de Dios (vs. 12 y 14). Pero por su orgullo y deshonestidad (vs.
1, 17 y 18), él fue echado de su posición exaltada como querubín de
guardia. Como él fue adornado con joyas preciosas y hermosas, Dios
adorna a directores de alabanza con dones musicales que centellean bajo
la luz del Espíritu Santo.
Estar sometidos consciente y constantemente al Espíritu en tiempos
como éstos es esencial para mantenernos puros en nuestra motivación.
Rodeado de la luz gloriosa de Dios y la adoración de otros seres
angelicales, el corazón de Lucifer se oscureció y ya no fue
satisfecho solo con ser un adorador. En cambio, él quiso recibir
adoración. Los modelos de espectáculos musicales que nos rodean a veces
nos seducen a vernos como dioses en vez de canales puros de adoración.
Evitar este espíritu de “espectáculo” es necesario para resistir una
actitud egoísta al guiar o liderar la adoración. Podemos ser
apasionados, expresivos y aun agresivos al liderar la adoración, pero a
menos que esto venga de una actitud de adoración, atraeremos la atención
a nosotros mismos.
Ocasionalmente yo me resbalo hacia el estilo “espectáculo” por un
momento. Normalmente lo siento inmediatamente porque la actitud detrás
de la acción no es correcta. Cuando esto ocurre, recapacito y
concientemente me someto al Espíritu Santo. Qué bueno que tenemos al
Espíritu Santo que es como un árbitro en nuestros corazones, hablándonos
cuando cometemos faltas. Si respondemos a sus susurros y a la guía de
nuestros pastores, estaremos seguros.
Sin embargo, al tratar este tema tenemos que tener cuidado de no
crear reglas rígidas definiendo exactamente cuanta expresión es
aceptable para un líder de adoración. El mismo requinteo o expresión
puede ser en un momento inspirado y en otro momento inapropiado.
Debemos tener cuidado de no cometer el error de Mical, la esposa del
rey David, que menospreció la danza de David ante el Señor (2 Samuel
6.16). No podemos medir la integridad del corazón en adoración por una
evaluación rápida de su expresión vocal o física. Si te preguntas qué
tan expresivo debes ser al guiar la adoración, deja que el Espíritu
Santo sea tu guía. Si necesitas ayuda, pídela de tu pastor.
El propósito más importante de la adoración en la Viña es bendecir a
Dios. Aunque sintamos alguna bendición física, emocional o espiritual de
parte de Dios al adorarle, no tenemos esto como un derecho previsible o
inalterable como hijos de Dios.
Una encuesta levantada en la Viña de Anaheim (hecha por una
universidad secular) mostró que uno de los motivos principales por el
cual la gente se une a la iglesia es para experimentar a Dios en la
adoración. Los encuestados hablaron de una variedad de experiencias
emocionantes y revelatorias que tuvieron al adorar. Cuando le
preguntaron, una persona respondió de esta forma al hablar de sus
emociones durante la adoración:
Sé que estoy tocando al cielo y que el cielo está aquí con nosotros. Dios alcanza y toca mi corazón. Me libera de ansiedad, temor y estrés. Puedo expresar mi profundo amor y mi gratitud a Dios y a su Hijo, Jesús... Dios es tan bueno... Lo amo tanto.
Sé que estoy tocando al cielo y que el cielo está aquí con nosotros. Dios alcanza y toca mi corazón. Me libera de ansiedad, temor y estrés. Puedo expresar mi profundo amor y mi gratitud a Dios y a su Hijo, Jesús... Dios es tan bueno... Lo amo tanto.
Otra persona respondió así a la misma pregunta:
Eso es difícil de explicar. Me paro ante mi Salvador cara a cara. Hablamos, nos tocamos y danzamos. Las visiones que he recibido casi siempre vienen durante la adoración. En los últimos años las circunstancias de mi vida han sido muy duras. El me transporta fuera de eso durante la adoración. Siento que es una probada (degustación) del cielo.
Eso es difícil de explicar. Me paro ante mi Salvador cara a cara. Hablamos, nos tocamos y danzamos. Las visiones que he recibido casi siempre vienen durante la adoración. En los últimos años las circunstancias de mi vida han sido muy duras. El me transporta fuera de eso durante la adoración. Siento que es una probada (degustación) del cielo.
Estas historias son maravillosas, pero los adoradores no siempre
cuentan lo mismo. Para algunos, este tipo de cosas ocurre rara vez o
nunca. ¿Quiere decir que estas personas son menos espirituales? No
necesariamente. Además, hay una variedad de motivos por el cual la
adoración puede ser más ungida una semana que otra. Me pregunto si Dios
no detiene a su Espíritu en ocasiones para que nos enfoquemos en él, en
vez de enfocarnos en la experiencia de la adoración.
Como adoradores, experimentamos a Dios en una variedad de maneras.
Algunos tienen una experiencia dinámica de revelación que puede ser
acompañada por un desahogo emocional. Otros frecuentemente experimentan
la paz de Dios. Una experiencia de éxtasis no es la meta de la
adoración. La cantidad de manifestaciones sobrenaturales no es un
medidor de la espiritualidad del adorador. El propósito de la adoración
es expresar nuestro amor y compromiso con Dios. Al hacerlo, nos abrimos a
recibir lo que él tenga para nosotros. Como un resultado, lo conocemos
mejor. (Filipenses 3.7-10)
Si tú sientes que no recibes nada en la adoración, recuerda que Dios
nunca te prometió una emoción extática. Tu meta es bendecir a Dios
(Salmo 103) al declararle tu lealtad y devoción. Al hacer esto tu mente
es renovada con un sentido fresco de su belleza y majestad. Cuando lo
contemplamos, no podemos sino ser cambiados (2 Corintios 3.18). Pero con
frecuencia el cambio no es tan dramático, y no es acompañado por
ninguna manifestación notable.
2. Debemos de descubrirnos y ser íntimos con Dios.
Si algo caracteriza la adoración de la Viña, es este valor. Cuando
experimentas el espíritu de sabiduría y revelación que menciona el
apóstol Pablo [Efesios 1.17], puedes ver algo de la anchura, la
longitud, la profundidad y la altura del amor de Dios (Efesios 3). No es
simplemente una creencia cerebral en la doctrina del amor de Dios, ni
tampoco una experiencia netamente emocional. Es una experiencia del
poder del amor de Dios (Efesios 3.16-18). Pablo mismo dice que este amor
excede al conocimiento. ¡Sin embargo él ora por los suyos para que
ellos comprendan este conocimiento! En las cartas de Pablo es obvio que
él tiene un conocimiento de Dios por experiencia, y que él espera que
eso sea normal en sus iglesias.
Al acercarnos a Dios en la adoración él responde a nosotros
visitándonos. Esto fue previsto en el tiempo de Moisés cuando Dios
prometió reunirse con los israelitas en respuesta a sus sacrificios de
adoración:
Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios. Y conocerán que yo soy Jehová su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para habitar en medio de ellos. Yo Jehová su Dios. (Exodo 29.45-46)
Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios. Y conocerán que yo soy Jehová su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para habitar en medio de ellos. Yo Jehová su Dios. (Exodo 29.45-46)
¿Alguna vez has recibido una revelación sorprendente acerca de Dios
al cantar algo que has cantado en docenas de ocasiones? Esto me ocurrió
en una ocasión cuando estaba cantando “Es tu Sangre”. Me sobrecogió una
nueva vista de la profundidad del amor de Dios por mí. ¡Fue como si por
primera vez hubiera descubierto que él había derramado su sangre por mi
salvación! Esta revelación de Dios se me vino inesperadamente. Este es
el espíritu de sabiduría y revelación que Pablo menciona.
El fruto de la intimidad no está limitado a sentimientos de amor.
Otra posibilidad es un corazón arrepentido. La visión de Isaías en
Isaías 6 habla del Señor como alto y sublime en el templo. Es uno de los
pasajes clásicos de la Escritura que ilustra lo que es la experiencia
de la adoración. Ahí vemos a los seres angelicales clamando: Santo,
santo, santo, mientras los quiciales de las puertas se estremecieron y
la casa se llenó de humo. Esta imagen simboliza el poder y la revelación
que se puede liberar en medio de la adoración. Cuando los humanos
mortales se encuentran con el Dios trascendente y santo, inevitablemente
habrá ocasiones cuando clamamos como Isaías: ¡Ay de mí! que soy muerto;
porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo
que tiene labios inmundos...
¿Alguna vez has cantado la letra de un canto y has sido convencido
por tus propias palabras? ¿Qué ha ocurrido cuando has cantado “Cristo,
nada de Ti retengo” o “Jesús, Tú eres todo para mí”? ¿Reconociste que no
es totalmente la verdad? Ese momento de reconocimiento es tu
oportunidad para consagrar tu vida a Dios de nuevo y realinear tus
prioridades para reflejar la letra de los cantos. Estas son expresiones
de intimidad con Dios en la adoración. A menos que seamos honestos con
Dios, nuestra adoración no tiene sentido. El responde al corazón
quebrantado y contrito (Salmo 51.17).
Nada de ídolos
No tendrás dioses ajenos delante de mí (Exodo 20.3). Este fue el primer mandamiento que Dios dio a Moisés. Es un tema constante en la letra de los cantos de adoración de la Viña. Lo decimos con nuestros labios para recordarnos que debemos rechazar cualquier cosa que podría diluir nuestra devoción a Jesús. Al cantar al Señor, a veces somos convencidos por nuestras propias palabras. Esto es lo que Dios quiso al dar a los israelitas el canto de Deuteronomio 32. El dijo a Moisés: Ahora pues, escribíos este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel, ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel. (Deuteronomio 31.19) Dios sabía que una vez que habían entrado a la tierra prometida, volverían a otros dioses para adorarles. Este canto tuvo la intención de dirigirles al camino correcto.
No tendrás dioses ajenos delante de mí (Exodo 20.3). Este fue el primer mandamiento que Dios dio a Moisés. Es un tema constante en la letra de los cantos de adoración de la Viña. Lo decimos con nuestros labios para recordarnos que debemos rechazar cualquier cosa que podría diluir nuestra devoción a Jesús. Al cantar al Señor, a veces somos convencidos por nuestras propias palabras. Esto es lo que Dios quiso al dar a los israelitas el canto de Deuteronomio 32. El dijo a Moisés: Ahora pues, escribíos este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel, ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel. (Deuteronomio 31.19) Dios sabía que una vez que habían entrado a la tierra prometida, volverían a otros dioses para adorarles. Este canto tuvo la intención de dirigirles al camino correcto.
3. Queremos que toda la congregación participe en la adoración, así que la hacemos accesible a todos.
Cada creyente tiene acceso al trono de la gracia y debe alimentar su
relación con Dios. La adoración congregacional es una oportunidad para
que la iglesia exprese en público lo que practica en privado. ¿Cómo
puede el director de alabanza facilitar esto? Primero, creemos que la
mayoría de la iglesia ya está convencida que es correcto adorar a Dios.
Por eso van a la iglesia.
El líder de adoración no tiene que pasar mucho tiempo dirigiéndose a
la congregación. Ellos ya saben qué hacer porque han visto el modelo de
la adoración íntima repetidas veces. Cuando el líder de adoración dirige
su atención hacia Dios ojalá la congregación siga su ejemplo. Ser un
ejemplo de esta forma es la mejor manera para que los que son nuevos
aprendan el concepto de acercarse a Dios directa y personalmente. La
adoración en el espíritu es una de las cosas que se enseña más
fácilmente a través del ejemplo que a través de la enseñanza. Cuando el
líder se lanza a la alabanza, la congregación es inspirada por sus
cantos y su entusiasmo. La energía del líder en la adoración viene a
través de entrar en la presencia de Dios y refrescarse y levantar al
Espíritu Santo. No es una técnica con el propósito de producir una
respuesta en particular de parte de la congregación.
Para mí no hay nada más emocionante que ver la gloria de Dios en
adoración. La única reacción apropiada a eso es la alabanza apasionada.
Tenemos muchos ejemplos bíblicos de arranques entusiastas de alabanza.
Un gran ejemplo de adoración exuberante que vino del corazón y dio un
ejemplo para que otros lo siguieran, fue la ocasión de la danza de David
ante la procesión del arca (2 Samuel 6).
Repito, hay un tiempo y lugar para muchos modelos de la dirección de
alabanza. El tono o el sentir del momento determinan el curso que
escogemos. En momentos de gran celebración, el líder tal vez dirija a la
congregación en gritos de alabanza. Ocasiones especiales como
congresos son la oportunidad perfecta para esto. Valor de parte del
Espíritu Santo llena al director de alabanza y él podrá incitar a la
congregación a alguna acción. Sin embargo, en general, la mirada del
director de alabanza está puesta en el Señor y la congregación le sigue.
En un sentido, el Espíritu Santo es el que realmente está dirigiendo la
alabanza. El atrae los corazones del equipo de alabanza a poner el
ejemplo.
Haciendo una comparación con la relación matrimonial, nadie tiene que
exhortarme a besar a mi esposa. ¡Me gusta hacerlo! Nuestra relación con
Dios es semejante. El ha cautivado nuestros corazones y él es nuestro
Amado. Si nuestras vidas están consagradas a él, la alabanza de nuestros
labios es una respuesta natural.
Para facilitar la participación de la congregación, el líder de
adoración tiene que escoger cantos que son sencillos en su letra y
melodía. Un buen líder de adoración tomará en cuenta la respuesta de la
iglesia a cada canto. No tiene sentido seguir usando un canto que a la
iglesia no le gusta, aun después de varias ocasiones de cantarlo.
Acuérdate, el líder de adoración funciona como una partera que puede
llevar a la gente a Dios y ayudar a dar a luz la experiencia de la
adoración. Si la congregación no canta con gusto cierto canto, no lo
uses. Hay muchos cantos ya probados que funcionan. Esto es un buen
ejemplo de que el director de alabanza tiene que tomar el papel de
siervo.
Nuestra meta no es cantar solo para darnos gusto a nosotros mismos,
ni tampoco es expresarnos artísticamente. Sí nos expresamos
artísticamente, pero solo cuando facilita la interacción entre Dios y su
iglesia. Para nosotros la adoración no es un deporte para observar. Tal
vez invitamos a algún solista a cantar, pero esto debe ocupar un
porcentaje pequeño del tiempo de alabanza.
La mayoría de los líderes de adoración no proponen exhibirse durante
un tiempo de adoración. Un problema más común ocurre cuando él se pierde
en una euforia de adoración espontánea que para él es muy edificante,
pero deja a la congregación solo observándole. Momentos breves de canto
espontáneo de parte del líder pueden ser de ayuda, pero a menos que la
congregación se una a eso, no lo uses con frecuencia. Algunas iglesias
responden muy bien a la adoración espontánea, pero otras batallan para
participar. Sirve a los creyentes y líderes de tu iglesia, dándoles
comida que pueden masticar y digerir bien.
La duración de un tiempo de adoración en una Viña típica [de Estados
Unidos] es aproximadamente 30 minutos. Como una pareja no llama a su
casa a cada rato (para platicar con sus hijos) cuando salen a comer a
solas, tampoco queremos tener interrupciones en el tiempo de adoración.
La pareja da su atención total en lo que importa en ese momento: pasar
tiempo con su amado. Cualquier conversación puede llegar a ser más
íntimo y profundo si hay un período de tiempo cuando no se permiten
interrupciones.
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene
su hora. Este versículo de Eclesiastés se aplica al tema de la adoración
congregacional. En la vida de la iglesia hay ocasiones cuando tiempos
cortos de adoración son apropiados. En otras ocasiones tenemos la
libertad de seguir por más tiempo. El líder de adoración tiene la misma
tarea que cualquier otro líder de la iglesia: jugar en equipo. Jugar en
equipo significa que no nos quejamos cuando hay que cortar el tiempo de
adoración algún domingo porque se van a presentar niños. Aun más
importante, el líder de adoración tiene que acoplarse a la visión del
pastor para cada tipo de reunión que va a dirigir.
En la Viña de Anaheim, los líderes de adoración entienden que cada
reunión tiene su “sabor” único. Intentan quedar dentro de los límites
que son apropiados para cada ocasión. La reunión del domingo en la
mañana se caracteriza por un énfasis en adoración majestuosa y cantos
íntimos, con un poco de música más animada. El domingo por la tarde hay
más celebración, con una energía más alta en la música. Para eventos
especiales a veces tenemos períodos más largos de adoración. Las demás
reuniones en la iglesia tienen su propia personalidad, dependiendo de la
visión del pastor que supervisa y de la edad de los que asisten.
Facilitar eficazmente la adoración congregacional significa dejar a un
lado nuestros propios deseos para servir las necesidades de todo el
cuerpo en cada reunión en particular.
4. Damos la bienvenida al ministerio del Espíritu Santo para que él obre de la manera que él desee entre nosotros.
Un valor muy básico dentro de la Viña es hacer lo que el Padre está
haciendo (Juan 5.19-20). Jesús siempre estaba sintonizado con lo que su
Padre hacía. Para seguir el ejemplo de nuestro Señor, yo no me aferro
rígidamente a mis planes para un tiempo de adoración. Aunque normalmente
sí canto un alto porcentaje de los cantos que he planeado cantar, sé
que oigo a Dios imperfectamente. A veces tengo que cambiar mis planes a
medio camino. Aunque he sentido preparar cierto juego de cantos, tal vez
ellos no parezcan nada apropiados cuando llegue el tiempo de tocar.
Demasiadas veces he seguido con mi plan, aunque el Espíritu Santo me
estaba diciendo: ¿Por qué no intentamos esto otro? Cuando procedemos con
nuestros propios planes en vez de someternos a lo que Dios está
haciendo siempre hay menos unción. A nadie le gusta eso, particularmente
el que está dirigiendo. Vale la pena esperar en el Señor para sus
direcciones en medio de la alabanza.
“Hacer lo que el Padre está haciendo” en la adoración también
significa “decir lo que el Padre está diciendo. Debemos reconocer que
hay un elemento profético en nuestros tiempos deadoración. Al dirigir
nuestras palabras a Dios, proclamando su naturaleza y sus obras
poderosas, él cambia esas palabras en una espada filosa de verdad que
penetra nuestro corazón.
Lo profético puede tomar muchas formas durante nuestros tiempos de
adoración: cantos congregacionales, cantos especiales preparados de
antemano, cantos espontáneos, oraciones y exhortaciones. Mientras el
líder y su equipo se mantienen sensibles a la dirección del Espíritu, él
traerá estas palabras poderosas que penetrarán nuestros corazones. Como
resultado somos fortalecidos, animados y consolados. Al cantar, Padre,
quiero que me abraces, él dispara flechas de amor y verdad a nuestros
corazones. El poder de sus palabras nos transforma. Podemos salir de la
reunión con un sentir diferente de nosotros mismos.
La presencia de Dios en medio de la adoración provee una gran
oportunidad para ministrarnos unos a otros. El arrepentimiento, la
sanidad, los dones en el altar de oración se pueden facilitar a través
de cantos que contienen estos temas. El pastor y el líder de adoración
tienen que trabajar juntos, alternando entre cantos, oraciones e
instrucciones en cómo responder a la invitación que Dios está dando en
ese momento.
¿Cómo es el proceso de planear un tiempo de adoración? Yo encuentro
que el contexto del tiempo de adoración determina la cantidad de
preparación necesaria. Requiere más tiempo de preparación para dirigir
el domingo por la mañana con el equipo, que para dirigir solo un grupo
en casa. Hay varias razones. Primero, hay menos cantos que funcionan
bien los domingos que los que funcionan para mi grupo de hogar (que está
lleno de músicos). En segundo lugar, ayuda mucho cuando los músicos
pueden repasar los cantos antes de tocar en la reunión. Esto no es
necesario cuando voy a dirigir solo. Si ningún músico que me esté
siguiendo yo puedo cambiar rumbo rápidamente y trabajar sin tener
ninguna lista. A veces los tiempos “no planeados” de adoración son muy
ricos. En esos momentos estoy escuchando al Señor por instrucciones,
pero estoy utilizando mis 20 años de experiencia de dirigir adoración.
El Espíritu Santo puede decirnos qué hacer tres días antes de la
reunión, o tres horas o tres minutos. También puede decirnos qué hacer
al progresar por una lista de cantos.
5. La Adoración es nuestra prioridad más alta, así que invertimos tiempo, energía y dinero para asegurar que haya una calidad muy alta en nuestra adoración.
Hoy en día estamos rodeados por música que es tocada y producida por
músicos profesionales. La música es un medio poderoso que toca y forma
la vida de todos. Por eso, es una herramienta que se puede emplear para
cautivar el corazón de cristianos e inconversos. Reflexionando en esto,
es obvio que una música excelente cambiará todo en cuanto a la calidad
de nuestra adoración. Pero muchos músicos en la iglesia no comparten
este punto de vista. Algunos sienten que la espontaneidad es todo lo que
necesitamos, que si sabemos la mayoría de los tonos y la letra,
adelante.
¿Qué dice la Biblia al respecto? En el Antiguo Testamento tenemos el
ejemplo de los músicos del templo bajo el liderazgo de David. Él señaló a
hombres a supervisar y levantar un grupo grande de músicos y cantantes
que daban todo su tiempo al servicio de adoración musical (1 Cron. 25).
En el Nuevo Testamento casi no se mencionan las artes con referencia a
la adoración. Sabemos, sin embargo, que la iglesia primitiva usó el
libro de los salmos como una fuente de himnos. Tenemos otros ejemplos de
“himnarios” usados por la iglesia primitiva, como “Las Odas de
Salomón”, que parece haber tenido su origen en Siria. A pesar del
silencio del Nuevo Testamento respecto al uso de instrumentos, es claro
del Antiguo Testamento y del testimonio de nuestra propia experiencia
que música de buena calidad funciona mejor para la adoración que música
de baja calidad.
Tengo que conceder que no todos tenemos los recursos para juntar un
grupo profesional en nuestra iglesia local. Sin embargo, si no ensayan,
no importa la habilidad de los músicos. Ningún músico alcanzará su
potencial sin ensayar. ¿Por qué no dar a Dios y a la iglesia lo mejor
que podemos? Cantadle con cántico nuevo; hacedlo bien, tañendo con
júbilo (Salmo 33.3). Yo puedo notar la diferencia de cuando mi grupo
está bien preparado a cuando no está preparado. Una preparación sólida
provee un firme fundamento para la espontaneidad y la creatividad.
Cuando todo el grupo sabe lo que tiene que hacer, hay un sentir de
seguridad y relajamiento que permite a los músicos adorar con más
libertad. Cuando hay muchas equivocaciones, el ánimo y el nivel de fe de
los miembros del equipo sufren. Cuando todos fluyen unidos, los músicos
pueden relajarse y adorar en vez de esperar en suspenso el siguiente
error.
Si la adoración es nuestro primer valor, debemos invertir en buenos
instrumentos y equipos de sonido. Con el advenimiento de grupos de
alabanza, lo que se necesita es mucho mayor de lo que se necesita cuando
solo hay un piano y una guitarra acústica. No necesitamos lo más nuevo
del mercado para producir música de buena calidad, pero debemos tener el
mejor equipo posible. El costo de un sistema de sonido nos asusta, pero
también asusta la calidad baja de un equipo barato. Una cadena sólo es
tan fuerte como el eslabón más débil. Y el sistema de sonido es un
eslabón esencial en la cadena de la adoración contemporánea.
6. Estamos Comprometidos a una Vida de Integridad.
La vida privada de los líderes debe reflejar los cantos y oraciones
que expresan en público. Podrías decir que la experiencia de adoración
congregacional es un ensayo para la vida. El tiempo de adoración los
domingos debe ser como una foto del diario andar del líder. Para
calificar para el ministerio de líderar adoración en público, deben
llenar las características mencionadas para ancianos en 1 Timoteo 3 y
Tito 1. (La única excepción que haría es que un líder para un grupo
pequeño no tiene que estar tan maduro espiritualmente. A veces, un joven
cristiano, celoso por Dios, que tiene una vida pura puede ser un buen
candidato para dirigir la alabanza en el ambiente de un grupo pequeño.)
En el uso de su dinero, en sus relaciones con familiares, empleados,
autoridades dentro y fuera de la iglesia, el líder de adoración debe ser
ejemplar. Seríamos hipócritas cantar cantos de consagración a Dios sin
tener una vida de consagración. Si verdaderamente amamos a Dios, nos
amaremos unos a otros. El fruto del Espíritu debe ser evidente en la
vida del líder. Su manera de tratar a los otros músicos y los del sonido
deben mostrar su corazón de siervo tanto como su manera de tratar con
el pastor encargado.
El líder de adoración debe tener una vida personal de oración y debe
estar muy familiarizado con la Biblia (o debe ir en esa dirección). En
todo, debe ser un discípulo de Cristo y un siervo de la iglesia. Sin ese
tipo de corazón puede hacer un buen trabajo de dirigir cantos, pero no
podrá dirigir alabanza, porque su vida no dará a la congregación el
mensaje apropiado. Cuando estamos en una posición de liderazgo, siempre
nos verán como ejemplos. Hacemos discípulos aun cuando no nos damos
cuenta. Ellos harán lo que nosotros hacemos, sea bien o sea mal.
Los valores y prioridades que he intentado explicar son las guías
básicas en nuestro peregrinaje en la adoración congregacional. Iglesias y
líderes usarán una variedad de métodos al avanzar por este camino. Los
asuntos como el estilo de música, acompañamiento y el volumen son temas
secundarios. Estas cosas están fundamentadas en los valores esenciales,
pero pueden variar de iglesia en iglesia.
Los cristianos más jóvenes tal vez se alimentarán con música que los
más grandes llamarían irritante. Pero ellos tienen los mismos valores
tocantes a la adoración. Si vamos a alcanzar una variedad de
generaciones, culturas y grupos étnicos con las buenas nuevas de Jesús,
tendremos que abrazar estilos que no nos gusten en lo personal.
Un ministerio de adoración que es vivo y disciplinado hará mucho más
que dar refrigerio a nuestra relación personal con Jesús. También
convertirá a los perdidos, sanará a los enfermos y edificará discípulos
sanos e iglesias sanas. Esto es el fruto duradero de la adoración en
espíritu y en verdad. Mientras mantenemos esta visión en mente y
mientras somos guiados por los valores bíblicos que Dios ha puesto en
nuestro corazón, nos mantendremos en el camino a la madurez en Cristo
por medio de nuestra adoración.
Extraído del sitio Web oficial de Andy Park http://www.andypark.caArtículo original: "The Values & Priorities of Worship in the Vineyard" por Andy Park
Copyright 1996 the Association of Vineyard Churches
Copyright 1999 por Vineyard Mexico Partnership para la versión en español, Traducido por: Carlos Johnson
Copyright 1996 the Association of Vineyard Churches
Copyright 1999 por Vineyard Mexico Partnership para la versión en español, Traducido por: Carlos Johnson